
Organiza un simulacro de emergencias
Nunca está de mas tomarse un tiempo para planificar la actuación en caso de emergencias. Aquí te damos algunos tips para organizar el simulacro.
Guía para organizar un simulacro de emergencias
Contenido
Ya que han creado un plan de contingencias para protegerse ante siniestros y, también, ante posibles ataques y agresiones, la práctica será lo que determine la eficiencia de esta planificación inicial. No bastará con simplemente “conocer” lo que se debería hacer en cada caso: es la actuación de un simulacro, el poner en práctica el plan, lo que podría significar la diferencia entre la vida y la muerte en casos de alta exigencia. Por eso, hoy te proponemos organizar un simulacro para poder implementarlo en la oficina, al menos, cada dos meses.
Crea tu plan
Lo primero es crear el plan de emergencia para cada caso: incendios, sismos, ataques u otros. Imprímelo en carpetas que los demás miembros de la oficina puedan leer cómodamente, envíalo por email o imprime carteles que se luzcan en los pasillos y en las salas comunes, de modo que todos tengan fácil acceso a este repaso simple, como una suerte de “ayuda-memoria” que puede ser muy práctico ante las emergencias.
Organiza una breve reunión para leer en conjunto el plan, de moto tal que cada uno de los miembros de la oficina pueda salvar cualquier duda que surja. Es una buena idea que, luego de la lectura, se haga un repaso práctico de los pasos a dar, es decir, que se haga una suerte de simulacro aunque a velocidad lenta, ejecutando las mecánicas tales como la activación de los sistemas de emergencia, la creación de barricadas en las puertas, la salida por las escaleras de emergencias, y demás.
Organiza un simulacro de emergencia
Cuando todos los presentes conozcan el plan de emergencias, determinen un día para ejecutar el simulacro. Por conveniencia, debe ser uno en que no haya urgencias en lo laboral, reuniones importantes, y en un momento en el que no haya clientes, proveedores ni otros ajenos a la oficina. Ya que es un simulacro de práctica, puede saberse el día pero no el horario preciso del acto, para darle quizás un poco más de realismo. Sólo avisa con tiempo la fecha, de modo que todas las personas de la oficina pueda liberar ese día y no ver demasiado interrumpidas sus labores por este simulacro.
En ese día actúa normalmente y, cuando menos lo esperen, da el aviso de tipo de emergencia del que se trata. Si van a activar los sistemas como alarmas o contención de incendios, da previo aviso a la policía y al cuerpo de bomberos, de modo de que subestimen la alarma y no acudan al lugar pensando que la situación es real.
Cuando des el aviso, activa un temporizador (en tu reloj de pulsera o en tu móvil) y apágalo sólo una vez que todos los miembros estén en la sala segura o en el exterior de la oficina. La idea es que, al repetir regularmente los simulacros, este tiempo vaya disminuyendo y haciéndose más eficiente el ensayo. Puede que al principio muchos pongan mala cara por tener que interrumpir sus días por un simulacro, pero en el peor caso (si ocurriera a tragedia), estarán agradecidos de haber planificado cómo actuar y resguardar sus vidas y su integridad.