
Cómo organizar una oficina en casa
Si vas a empezar a trabajar desde tu casa, es muy importante crear un espacio especial para ello. Atiende a estos consejos para planificar una oficina hogareña.
Creando una oficina hogareña
Trabajar desde casa puede ser lo que necesitas para hacer un uso más eficiente de tu tiempo, incorporarte en el mundo laboral, o simplemente llevar a cabo tus proyectos más anhelados y ser más productivo en tu trabajo regular. Pero no es tan simple como poner una laptop sobre tu regazo y atender los asuntos de oficina desde el sofá: para ser productivo y eficaz, necesitas saber montar y hacer valer la oficina en el hogar.
La oficina hogareña debe ser tratada como un sitio de trabajo, igual que cualquier otra oficina que se tenga fuera de casa. En imperativo explicar al resto de la familia sobre la importancia de este sitio, que no es para consultar sus redes sociales, ni jugar, ni ver videos o películas, ni se puede tomar los elementos de escritorio o usar las herramientas de allí para otra cosa. Los niños, la pareja y todos los ocupantes del hogar necesitan comprender que este sitio es sólo tuyo, que es tu lugar de trabajo, y que no pueden hacer uso deliberado ni del lugar ni de los elementos que allí se encuentran.
Por otro lado, y más importante aún, tú debes comprender la importancia de tu oficina hogareña. No es un lugar para divertirte, entretener invitados, ni debe ser un caos desorganizado. De hecho, la oficina en casa debe mantenerse mucho más pulcra y organizada que la que tendrías en cualquier sitio fuera de casa.
En este blog encontrarás muchas buenas ideas para organizar tus herramientas, y crea un sitio ameno que te permita trabajar con productividad cada día, y cómo podrás también “cerrarle la puerta” (figurativamente, si no la tiene) al terminar la jornada.
5 pasos para crear una oficina hogareña
Ya que hayas hecho tu plan, modelado tu proyecto y te hayas decidido con certeza a montar tu oficina en casa, sigue este paso a paso para hacer una planificación ideal:
1. Destina un espacio físico para tu oficina. Debe ser un sitio confortable, bien iluminado y lo suficientemente espacioso. Puede ser una habitación independiente, si puedes destinarla sólo a eso, o un rincón amplio que puedas individualizar con biombos, cortinas o elementos, si así lo prefieres. Este sitio será exclusivamente para trabajar, así que elígelo con cuidado para que no perturbe las demás actividades que se realicen en casa.
2. Arma el espacio físico a partir de las necesidades de tu actividad. Instala muebles, organizadores de elementos que sean necesarios, mesas de trabajo, el ordenador, la impresora, una línea telefónica, un adaptador de conexiones eléctricas múltiple: todo lo que sea físico e indispensable para hacer bien tu labor.
3. Lo siguiente es equipar la oficina con los bienes de uso, procurando ser tan detallista como se prueba, para que no te falte nada a la hora de comenzar a trabajar: resmas de papel, lapiceros, cuadernos y anotadores, clips para papeles, tijeras, cesto de residuos: ¡lo que sea que utilices!
4. A continuación, debes hacer tuyo ese espacio. Pinta, decora, coloca elementos que te hagan sentir confortable en tu sitio, y que te sean invitantes para llamar a la creatividad y a ponerte a trabajar con satisfacción y asertividad.
5. Por último, y antes de comenzar a trabajar, reúne a los miembros de la familia (o sólo tú frente al espejo) e informa que esta es tu nueva oficina, tu espacio sagrado de trabajo, y que cuando estés allí no deben interrumpirte ni hacer uso de tu rincón especial.
Cuando te pongas a trabajar recuérdalo tú también: ese es tu espacio laboral, y nada más. Asegúrate de mantener el sitio ordenado, utilizando nuestros consejos de organización, para que la productividad no se vea interrumpida jamás por el desorden. Montar una oficina en casa puede ser fácil, pero dependerá principalmente de lo que tú hagas con ella.