
Cómo organizar el escritorio fácilmente
El espacio de trabajo necesita estar siempre bien limpio y ordenado, con los elementos imprescindibles al alcance de la mano, y buen espacio de guarda para todo. ¿Cómo lograrlo?
Ideas para organizar el escritorio
Vaciar, limpiar, rellenar es la clave para todo proceso de organización del escritorio de trabajo. Primero se debe vaciar la habitación de todo elemento decorativo y pieza de mobiliario, teniendo así más espacio de trabajo. Luego, hay que ir mueble por mueble, retirándole todo su contenido, clasificando (principalmente, botando lo que ya no sirva) y volviendo a archivar, esta vez dividido en folios, carpetas, cajas, y en un mueble reacondicionado.
Ya organizados todos tus muebles, haz lo mismo con la habitación. Retira todo lo que no sirva, guardándolo en un sitio más apropiado, regalándolo, vendiéndolo o lo que fuera mejor. Limpia en profundidad, de modo de poder luego sólo mantener la limpieza con técnicas simples, como el aspirado y el repasado de muebles una vez por semana.
Vuelve a colocar dentro del escritorio las sillas, mesas, quizás un perchero para el abrigo y algún que otro elemento decorativo. Recuerda mantener siempre espacio libre en la mesa de trabajo, y buen espacio de tránsito dentro del escritorio. La apertura y la buena iluminación, ambos producto del orden, son imprescindibles para el buen trabajo.
Clasificar y ordenar todo lo del escritorio
En el escritorio tenemos gran mezcla de contenidos: papeles, documentos, agendas, anotaciones, mezclados con bolígrafos, lápices, reglas y también engrampadoras, recuerdos, fotografías, abrigos extra… de todo un poco. Por eso la clasificación es imprescindible. Lo mejor es tomar todos los elementos e ir disponiéndolos en grupos sobre el piso limpio o sobre el escritorio, clasificando lo que no sirve de lo que sí, y esto en categorías: documentos actuales, viejos, anexos y más.
Así, con todos los elementos divididos, podrás determinar cajas contenedoras, ya sea para el archivo de guarda como también bandejas sobre mesa para poder tener todo bien a la mano. Recuerda clasificar y ordenar los elementos de uso cotidiano, dejando en el cajón superior de tu escritorio o en un contenedor sobre la mesa los lápices, reglas y elementos de uso diario, y en el segundo los que sólo usas a veces. Si hay un tercer cajón, podrás colorar, por ejemplo, la resma de papel de impresión u otros elementos que no se usan a diario, pero se necesitan a la mano.
Con cajas, bandejas, contenedores plásticos y archivos de folios podrás hacer un orden ejemplar de tu escritorio, y mantenerlo con total facilidad. Sólo falta crearte el hábito de, en lugar de dejar los elementos sobre la mesa, colocarlos en su sitio. ¡Y listo!