Cómo hacer una planificación estratégica en 5 pasos

Cómo hacer una planificación estratégica en 5 pasos

5 pasos para una planificación estratégica
Sigue estos 5 pasos fáciles para hacer una planificación estratégica, aplicable a cualquier proyecto o emprendimiento

5 pasos para una planificación estratégica
Aquí te contamos los 5 pasos que permiten hacer una planificación estratégica para la gestión empresarial, conducción de proyectos, o cualquier meta que tengas en mente.

Planificar en tiempos de cambio

¿Conoces la planificación estratégica? Se trata de un modelo de organización del tiempo que permite el cumplimiento de los hitos intermedios para lograr una meta final, buscando la mayor economía (es decir, el menor uso de recursos tangibles e intangibles) con los mayores y mejores resultados posibles.

Con una economía constantemente variable y condiciones sociales, laborales y legislativas que parecen no querer quedarse quietas ni por un segundos, muchos gestores y líderes optan por una planificación “liviana”, considerando como uno de los principales factores el dejar sitio para los cambios y los hechos impredecibles del día a día. Pero en realidad, se debe procurar lograr un plan que logre subsistir a estas eventualidades, adaptándose sólo y cuando fuera indispensable, y buscando la permanencia de la planificación pese a todo lo que pudiera ocurrir.

La planificación estratégica permite justamente eso. Es necesario realizarla en orden y con agilidad, priorizando las labores sobre todo, y adaptándose el medio al plan, y no a la inversa. Así, este modelo de organización permite tomar estas eventualidades como factores que sumen al plan, como oportunidades para modelar nuevas estrategias sobre la marcha, sin perder de vista el objetivo final. Veamos un poco más sobre cómo se ejecutan estos 5 pasos estratégicos que te permitirán llegar a la meta en tiempo récord.

Los 5 pasos de la planificación estratégica

1. El primer paso es definir la meta, el objetivo y la misión del plan de trabajos que vamos a desarrollar. Se debe definir, primero, quienes somos, a qué nos dedicamos, qué estamos buscando aquí (en este grupo y proyecto de trabajo), qué es lo que nos mueve a llegar allí. Incluye en esta definición los detalles de base de tu planificación: la extensión del plan, la procedencia y montos de la financiación, el origen de los recursos que se utilizarán (“cómo” logarás cumplir la tarea). Podrás referirte a este primer punto para no perder el camino, recordar la motivación y tener siempre en mente hacia dónde es que te diriges, en cualquier circunstancia.

2. El segundo paso es analizar la situación en la que se desarrollan las actividades. Dependiendo de lo que se trate, podrás apuntar la situación social, económica, empresarial, y los detalles particulares de la labor: quiénes son los clientes o consumidores en cuestión, cuál es el producto o servicio (o la meta) que les brindarás, quiénes conforman el equipo de trabajo y cuáles son sus detalles pertinentes, cómo se conforma la relación entre el grupo de trabajo, la entidad y la realidad social, cuáles son los canales por los que se logran estas relaciones, y cuáles son los factores ajenos al plan que pueden influenciar el proyecto, así como también las maneras en las que podría suceder. Esto permite reconocer y agregar al pan las debilidades y las fortalezas tanto del proyecto como del equipo de trabajo, y ya sabes que conocer estos puntos sólo sumará a tus esfuerzos, anticipándote a los posibles obstáculos y aprovechando al máximo las mayores fuerzas.

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3. Define los objetivos particulares, incluyendo aquí la meta final y todas las sub-metas o hitos intermedios. Son los distintos escalones en la escalera del plan. Apúntalos y revísalos, para corroborar que se trate de metas realistas, posibles, y también para definir con más detalles qué recursos, finanzas, tiempos y personal serán necesarios para cada uno.

4. Recién entonces podrás comenzar a definir el plan específico de acción: qué se hará, quién lo hará, cuándo, con qué y qué deberá lograrse en cada paso. Anota todo, claramente, para tener un buen registro del orden de los pasos a dar para ir en avance certero, y no a tientas por un camino sinuoso.

5. El último paso de la planificación estratégica es definir los puntos finales que incluyen el presupuesto y los recursos o herramientas (incluyendo su procedencia, existencia, necesidad de compra o renta, etc.), ajustar los últimos detalles de los tiempos a cumplir para cada tarea específica, y todo aspecto que, en revisión con toda la comisión, puedan surgir como interrogantes del plan.

Sigue estos 5 pasos fáciles con tiempo suficiente para hacer una planificación estratégica, aplicable a cualquier proyecto o emprendimiento, que te ayudará a seguir avanzando hasta en los mercados más cambiantes e inestables.

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